Sobre una página
amarillenta, escribo:
que mis ojos son solo agujeros vencidos que no sirven para ver,
sobre una mancha de
tinta, escribo:
que mis orificios nasales, solo husmean cuando puedo desatender mi
lucidez,
sobre un viejo
recuerdo, escribo:
que mis ausencias y desvaríos, son solo momentos de profunda
nitidez,
sobre sangre caída,
escribo:
que me perforo los dedos, los labios, los bordes, para solo
sentirme corroer,
sobre unos dientes
desmoronados, pesadillas de siestas, escribo:
que me pellizco hasta más no poder, en cuyo anzuelo cae mi carnada,
y allí me la hago comer,
sobre un peine
desmitificado, y lágrimas, escribo:
que una pintura de labios de niña ha partido sin querer,
y, únicamente…
sobre un poro
erotizado, escribo:
que aquello que
surge desvaneciéndose, solo puede durar hasta el instante de su eterna y
clandestina repetición de roer…
