eran apenas unos niños
cuyo padre había sido encarcelado
no sabían de rencor, ni venganza
solo escucharon dos palabras:
izquierda y derecha,
y con eso, no solo aprendieron a escribir
y a partir de aquellas,
empezaron a organizar su mundo,
solo existían dos tipos de gentes,
dos tipos de paises
dos tipos de justicias
y en ello se les fue la vida,
se dieron a servir a una palabra,
y aniquilar la otra
para salvar en cada muerte al padre preso
y su odio será perfecto,
puro y bello como un diamante
simétrico y placentero a la vista
geométrico, exacto y precioso,
como un cuchillo.
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